Berrocal de Zarzuela del Monte

Piedras caballeras

Las piedras caballeras son consecuencia del apilamiento de unos bloques sobre otros, en equilibrios desafiantes y difíciles. También se denominan piedras oscilantes, basculantes, penitentes, piedras monje, rocas en equilibrio, rocas colgadas, rocas pedestal...


Las piedras caballeras se han descrito sobre diferentes materiales y en ambientes climático muy variados.

Se las llama piedras caballeras al estar compuestas por un bloque o bolo sostenido por otra roca que hace de pedestal, aunque esta pueda faltar.

El bloque superior en situación inestable se sitúa sobre apoyos más pequeños o culminando superficies más grandes como bloques, lanchas o pavimentos rocosos. Son frecuentes en la Sierra de Zarzuela en sus diferentes versiones, y es muy habitual en canchos coronando algún bloque.

Las piedras caballeras son el resultado de la meteorización en condiciones subaéreas de un macizo granítico.
 La alteración subárea se favorece en un clima húmedo, donde el agua de lluvia  y la meteorización progresa siguiendo las fracturas de la roca que rompe en un diaclasado concéntrico por descompresión en el caso de grandes domos o en un diaclasado vertical o acastillado como es el caso de los bloques de nuestro Berrocal de Zarzuela.

Un caso particular de las piedras caballeras son las rocas seta o rocas pedestal que se caracterizan porque la piedra de apoyo es más pequeña o de diámetro inferior que la roca que soporta.

Las rocas seta son sin duda los ejemplos más espectaculares de piedras caballeras y son las formaciones que dan una mayor sensación de inestabilidad. En nuestro Berrocal encontramos bastantes ejemplos de este tipo de equilibrios imposibles.

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